Voy a Mil

La vorágine de la fama y la búsqueda de libertad en 'Voy a Mil' de Serú Girán

La canción 'Voy a Mil' de Serú Girán, una de las bandas más icónicas del rock argentino, refleja la agitación y el descontrol que puede acompañar la vida en el ojo público. Desde el inicio, el protagonista se presenta como alguien que está al borde del colapso, buscando desesperadamente alivio en la coramina, un medicamento utilizado para tratar problemas cardíacos. Este recurso a la medicación sugiere una lucha constante contra el estrés y la presión, simbolizando la necesidad de mantener el ritmo frenético de la fama.

La letra también aborda la sensación de pérdida de control y la alienación. El protagonista menciona ver 'películas vencidas' y sentir el 'teléfono sonando en casa', imágenes que evocan una desconexión con la realidad y una invasión constante de su espacio personal. La referencia a gastar dinero en 'la rata' y recibir 'veneno' de su productor sugiere una crítica a la industria musical, que a menudo explota a los artistas sin considerar su bienestar.

En el estribillo, la canción toma un giro hacia la reflexión sobre la libertad y la autenticidad. El protagonista declara su intención de amar y odiar según sus propios términos, rechazando la idea de conformarse a las expectativas externas. La pregunta final, '¿Quién dijo que somos libres?', resuena como una crítica a la falsa noción de libertad en una sociedad que impone constantes presiones y normas. En conjunto, 'Voy a Mil' es una poderosa declaración sobre los desafíos de la fama y la lucha por mantener la propia identidad en medio de la vorágine mediática.