Flor de Durazno

La Leyenda del Flor de Durasno: Un Caballo Inolvidable

La canción "Flor de Durasno" de Pedro Fernández narra la historia de un caballo legendario, conocido por su velocidad y destreza en las carreras. Desde el inicio, la letra nos sitúa en Natotonilbo, un lugar donde los versos resuenan y donde el Flor de Durasno se convierte en una figura mítica. Este caballo, descrito como de cascos ligeros y el azote de Jalisco, es un símbolo de orgullo y admiración para la región. La canción destaca su origen noble, nacido en Autlán de la Grana y criado en todo el estado, con una madre tejana y un padre colorado, lo que subraya su linaje excepcional.

A lo largo de la canción, se mencionan diversas hazañas del Flor de Durasno, incluyendo su capacidad para derrotar a otros caballos famosos como el moro de Cunpas y el potro lobo gateado. Estas referencias no solo resaltan la habilidad del caballo, sino que también evocan una época en la que las carreras de caballos eran eventos de gran importancia social y cultural. La letra también menciona cómo personas de diferentes lugares, como Tiguamo, La Barca y San Gregorio, acudían a ver al Flor de Durasno, lo que refleja su fama y la fascinación que generaba entre la gente.

Sin embargo, la canción también tiene un tono trágico. A pesar de sus victorias y su fama, el Flor de Durasno encuentra su fin de manera abrupta y violenta. En un domingo de ramos en Puerto Vallarta, el caballo es baleado por alguien que montaba a una potranca, poniendo fin a su vida y a su leyenda. Este desenlace trágico añade una capa de melancolía a la canción, recordándonos que incluso las figuras más admiradas y legendarias pueden tener un final inesperado y triste. La historia del Flor de Durasno es, en última instancia, una celebración de su grandeza y una lamentación por su pérdida.