Las Estatuas

Las Estatuas: Guardianas Silenciosas de la Historia

La canción 'Las Estatuas' de María Elena Walsh es una reflexión poética sobre la presencia y el significado de las estatuas en la vida urbana, especialmente en Buenos Aires. A través de una serie de imágenes evocadoras, la letra nos invita a considerar la soledad y la inmovilidad de estas figuras, que permanecen inmutables bajo la lluvia, sin la posibilidad de buscar refugio o compañía. Las estatuas, descritas como 'marionetas grandes y quietas', simbolizan una especie de penitencia perpetua, una existencia sin infancia ni alegría, observando el paso del tiempo y la vida cotidiana desde su inmovilidad.

Walsh utiliza las estatuas como una metáfora para explorar temas más profundos, como la memoria histórica y la identidad nacional. Las estatuas, que velan 'pálidas hasta que llegue la mañana' y son 'guardianas del sueño de los pajaritos', representan la custodia de la historia y los valores de la patria. A través de su presencia silenciosa, nos recuerdan la importancia de la memoria colectiva y la necesidad de reconocer y valorar nuestro pasado. La canción sugiere que, aunque las estatuas no pueden hablar, tienen historias que contar y lecciones que impartir, pidiendo 'la poca limosna de mirarlas' para mantener viva la conexión con nuestra herencia cultural.

El estribillo de la canción plantea una reflexión sobre la pérdida y el olvido. Si una 'sombra maga' borrara para siempre las estatuas, el dolor que caería sobre Buenos Aires sería inmenso. Esta imagen subraya la idea de que las estatuas, aunque a menudo ignoradas, son fundamentales para la identidad y la memoria de la ciudad. La canción de Walsh nos invita a mirar más allá de la superficie y a reconocer el valor de estos guardianes silenciosos, que, a pesar de su inmovilidad, desempeñan un papel crucial en la preservación de nuestra historia y cultura.