A Canção de Lisboa
Os serões habituais
As conversas sempre iguais
Os horóscopos, os signos e ascendentes
Mais a vida da outra sussurrada entre os dentes
Os convites nos olhos embriagados
Os encontros de novo adiados
Nos ouvidos cansados ecoa
A canção de lisboa
Não está só a solidão
Há tristeza e compaixão
Quando sono acalma os corpos agitados
Pela noite atirados contra colções errados
Há o silêncio de quem não ri nem chora
Há divórcio entre o dentro e o fora
E há quem diga que nunca foi boa
A canção de lisboa
Mamã, mamã
Onde estás tu mamã
Nós sem ti não sabemos mamã
Libertar-nos do mal
A urgência de agarrar
Qualquer coisa para mostrar
Que afinal nos também temos mão na vida
Mesmo que seja a custa de a vivermos fingida
O estatuto para impressionar o mundo
Não precisa de ser mais profundo
Que o marasmo que nos atordoa
Ó canção de lisboa
As vielas de néon
As guitarras já sem som
Vão mantendo viva a tradição da fome
Que a memória deturpa e o orgulho consome
Entre o orgasmo e a gruta ainda fria
O abandonado da carne vazia
Cada um no seu canto entoa
A canção de lisboa
La Canción de Lisboa
Las noches habituales
Las conversaciones siempre iguales
Horóscopos, signos y ascendentes
Además de la vida del otro susurró entre los dientes
Las invitaciones en los ojos borrachos
Las reuniones se aplazaron nuevamente
En oídos cansados ecos
La canción de lisbon
No es sólo la soledad
Hay tristeza y compasión
Cuando el sueño calma los cuerpos inquietos
Por la noche tirada en los collares equivocados
Está el silencio de los que ríen o lloran
Hay divorcio entre el interior y el exterior
Y algunos dicen que nunca fue bueno
La canción de lisbon
Mami, mami
¿Dónde estás, mami?
No lo sabemos sin ti, mamá
Líbranos del mal
La urgencia de agarrar
Cualquier cosa que mostrar
Que también tenemos una mano en la vida
Incluso si es el costo de vivirla
El estado para impresionar al mundo
No tiene que ser más profundo
Que el marasmo que nos aturde
O canción de lisbon
Los callejones de neón
Las guitarras ya no tienen sonido
Mantener viva la tradición del hambre
Que la memoria distorsiona y el orgullo consume
Entre el orgasmo y aún fría gruta
El abandonado de la carne vacía
Cada uno en su propia esquina canta
La canción de lisbon