Canción de Cuna de La Noche y Los Tejados

La Melancolía Urbana en la Canción de Cuna de Joaquín Sabina

La 'Canción de Cuna de La Noche y Los Tejados' de Joaquín Sabina es una obra que encapsula la melancolía y la dureza de la vida urbana. Sabina, conocido por su estilo poético y su habilidad para narrar historias cotidianas, utiliza esta canción para pintar un cuadro sombrío pero realista de la vida en la ciudad. La letra está llena de imágenes vívidas y metáforas que reflejan la lucha diaria de las personas comunes, aquellas que a menudo pasan desapercibidas en la sociedad.

La canción comienza con una referencia a los 'zapatos rotos' y 'la gente del montón', simbolizando a las personas que viven al margen, aquellos que no tienen un lugar destacado en la sociedad. La 'foto de carné' representa la identidad anónima de cualquier hombre o mujer, mientras que 'la carambola que casi salió' y 'la procesión del Cristo del furgón' sugieren sueños no cumplidos y esperanzas frustradas. Sabina también menciona 'la ley de los sin ley' y 'la rueda de peones', aludiendo a la lucha constante y la falta de justicia para los más desfavorecidos.

El estribillo de la canción, con su referencia a 'un animal con gafas solo ante el televisor' y 'un ángel que delira en una cama de hospital', refuerza la sensación de soledad y desesperanza. La imagen del 'cielo como una plancha de hormigón' sugiere una falta de escape o esperanza, mientras que el 'bar de la estación' se convierte en un refugio temporal para el corazón solitario. La canción concluye con una reflexión sobre el futuro incierto y la fragilidad de la vida, simbolizada por 'el mar como una especie en extinción' y 'una lágrima de ron'.

En resumen, 'Canción de Cuna de La Noche y Los Tejados' es una obra que captura la esencia de la vida urbana con todas sus dificultades y momentos de soledad. Sabina utiliza su talento lírico para dar voz a los invisibles, aquellos que luchan día a día en un mundo que a menudo los ignora.