Make My Life A Prayer

La Oración Viviente: Un Anhelo de Fe y Entrega

La canción 'Make My Life A Prayer' de Keith Green es una profunda expresión de devoción y entrega espiritual. Desde el primer verso, Green establece su deseo de que su vida misma sea una oración, una manifestación constante de su fe y obediencia a Dios. Este anhelo de autenticidad se refleja en su rechazo a las palabras vacías, las mentiras piadosas y las oraciones superficiales. En lugar de comprometerse con una fe superficial, Green busca una conexión genuina y transformadora con lo divino.

La letra también destaca la importancia de la luz y la salvación que, según Green, provienen de Jesucristo. La referencia a 'Tu Hijo que enviaste para salvarnos' subraya la creencia cristiana en la redención a través de Jesús. Esta luz no solo salva, sino que también ofrece consuelo y esperanza en medio de la desesperación humana. La canción es un testimonio de la presencia constante de Dios, que brinda consuelo y guía en tiempos difíciles.

Además, Green expresa gratitud por la paciencia divina, reconociendo sus propias limitaciones y la dificultad de mantener la fe cuando está centrado en sí mismo. La repetición de la idea de 'morir' para que Dios pueda vivir a través de él simboliza una entrega total y una transformación espiritual. Al final, Green reafirma su compromiso de compartir el mensaje de esperanza y amor que ha recibido, desmintiendo la idea de que su fe es una simple fantasía. La canción es, en esencia, una declaración de fe inquebrantable y un llamado a vivir una vida de auténtica devoción y servicio.