Todo da Igual

La Fugacidad de la Vida y la Soledad en 'Todo da Igual' de Flema

La canción 'Todo da Igual' de Flema es una reflexión cruda y sincera sobre la fugacidad de la vida y la indiferencia hacia la soledad. La repetición de frases como 'Pasa, el tiempo pasa' y 'Todo lo bueno pronto se va' subraya la inevitabilidad del paso del tiempo y cómo las cosas buenas en la vida son efímeras. Esta percepción de la transitoriedad de la vida puede generar una sensación de desesperanza y resignación, que se refleja en la actitud apática del estribillo 'Ya no me importa, todo da igual'.

La soledad es otro tema central en la canción. Las líneas 'A quien le importa, tu soledad' y 'A quien le importa, mi soledad' sugieren una sensación de aislamiento y la idea de que la soledad de uno no es relevante para los demás. Esta indiferencia hacia la soledad propia y ajena puede interpretarse como una crítica a la falta de empatía en la sociedad. La repetición de estas líneas refuerza la idea de que la soledad es una constante en la vida, algo que siempre está presente y que, al final, no importa a nadie más que a uno mismo.

El tono nihilista de la canción se intensifica hacia el final con la línea 'Quizás todo de igual cuando a mi entierro todos vendrán'. Aquí, el artista sugiere que la atención y el interés de los demás solo se manifiestan en momentos extremos, como la muerte, y que, en vida, la soledad y la indiferencia prevalecen. Esta visión pesimista de la existencia y las relaciones humanas es característica del estilo punk de Flema, una banda conocida por su actitud desafiante y sus letras provocadoras que abordan temas de alienación y desilusión.