Los tengo todos

Explorando los pecados en 'Los tengo todos' de Extremoduro

La canción 'Los tengo todos' de Extremoduro, banda conocida por su estilo de rock transgresivo y letras crudas, se sumerge en una exploración intensa de los pecados capitales a través de una narrativa personal y provocativa. La letra comienza con una solicitud irónica de ser descontado por las horas no pasadas con una persona, sugiriendo una relación distante o conflictiva. Este inicio establece un tono de sarcasmo que permea toda la canción.

A medida que avanza, el narrador admite abiertamente su indulgencia en todos los pecados capitales, no solo la lujuria, sino también el orgullo, la envidia, la gula, la soberbia, la pereza y la avaricia. Esta confesión se presenta de manera cruda y sin arrepentimiento, destacando una aceptación total de sus faltas y defectos. La repetición del estribillo 'Otra vez quiero más' refuerza la idea de una búsqueda insaciable de excesos y la naturaleza humana inclinada hacia la indulgencia en sus deseos más oscuros.

El uso de imágenes fuertes, como 'Me follo hasta las cabras' y 'Me están saliendo cuernos', no solo sirve para shockear, sino que también simboliza la transformación y la degradación moral del individuo. Extremoduro utiliza estas metáforas para criticar, quizás, la hipocresía social y la tendencia humana a juzgar superficialmente, mientras se esconde una verdadera naturaleza pecaminosa. La canción termina con un desafiante '¡Moñigos, morid!', que puede interpretarse como un rechazo a la moralidad convencional y una aceptación de su propia realidad transgresora.