Parkavioleta

El Viaje Psicodélico de Parkavioleta

La canción 'Parkavioleta' de Don Lunfardo Y El Señor Otario es una obra cargada de imágenes surrealistas y metáforas que invitan al oyente a un viaje psicodélico y espiritual. Desde el inicio, la letra nos introduce a un mundo donde la realidad se distorsiona y se mezcla con la fantasía. La invitación a 'probar de su piel' y 'olfatear el perfume de las rocas' sugiere una experiencia sensorial intensa y fuera de lo común. La mención de un 'Baile Sakado' y una 'Fiesta espiritual' refuerza la idea de un evento trascendental y descontrolado, donde los límites de la cordura se desvanecen.

El estribillo de la canción, que repite 'Sean bienvenidos a un Baile Sacado, ¡Fiesta espiritual!', actúa como un mantra que sumerge al oyente en este mundo de caos y éxtasis. La letra describe un precipicio que incita a caer, simbolizando la tentación de rendirse a la locura y dejarse llevar por las emociones más intensas. La imagen de 'flores con pezuñas' y 'rayas de orgía tribal' añade un toque de exotismo y misterio, sugiriendo una mezcla de belleza y peligro en este universo paralelo.

'Parkavioleta' se presenta como un lugar o estado mental que es tanto atractivo como peligroso. Es descrito como un 'capricho caro' que 'te obliga a volar' y 'te ofrece las piernas', lo que puede interpretarse como una metáfora de la libertad y la seducción, pero también de la trampa y la pérdida de control. La repetición de que 'su vestido es el fondo del mar' sugiere una profundidad insondable y un misterio que nunca se puede desentrañar por completo. La canción concluye con una sensación de inevitabilidad y resignación, donde el deseo de 'más de eso' persiste a pesar de las consecuencias.