One Game I Don't Know Why

La Frustración de un Gamer: La Historia de una Consola sin Juegos

La canción 'One Game I Don't Know Why' de Chris Voiceman captura la frustración y el desencanto de un gamer que ha invertido en una consola de última generación, solo para descubrir que no hay suficientes juegos disponibles para justificar su compra. La letra refleja una experiencia común entre los entusiastas de los videojuegos, especialmente aquellos que compran consolas en su lanzamiento, esperando una avalancha de títulos nuevos y emocionantes que nunca llegan.

El artista utiliza una serie de metáforas y referencias culturales para expresar su desilusión. La mención de la PS5 y la comparación con la PS3 evocan una sensación de déjà vu, sugiriendo que esta no es la primera vez que los jugadores se sienten decepcionados por la falta de contenido exclusivo. La línea 'I bought a PS5 with no games to buy' encapsula el sentimiento de haber sido engañado por el marketing y el hype que rodea el lanzamiento de nuevas consolas. Además, la repetición de 'in the end, it's just got no games' subraya la desesperanza y la resignación del narrador.

La canción también toca temas de aislamiento y el impacto emocional de la pandemia, con líneas como 'I spend all my time inside' y 'while confined inside'. Esto añade una capa adicional de profundidad, ya que muchos jugadores han recurrido a los videojuegos como una forma de escape durante tiempos difíciles, solo para encontrarse con una falta de contenido nuevo y emocionante. La frustración se ve exacerbada por la inversión económica, como se menciona en 'Bought PS Plus and paid so much', lo que resalta el sentimiento de haber desperdiciado dinero en una promesa incumplida.

En última instancia, 'One Game I Don't Know Why' es una crítica mordaz a la industria de los videojuegos y a las expectativas no cumplidas que a menudo acompañan el lanzamiento de nuevas consolas. La canción resuena con cualquier persona que haya sentido la decepción de invertir en algo que no cumple con sus expectativas, y sirve como un recordatorio de que el hype no siempre se traduce en satisfacción.