Negros Ojitos

El Dolor y la Nostalgia en 'Negros Ojitos' de Chinito Del Ande

La canción 'Negros Ojitos' de Chinito Del Ande es una expresión profunda de dolor y nostalgia, encapsulada en la mirada triste de unos ojos negros. Estos ojos, que miran con tristeza, simbolizan el destino oscuro y desafortunado del narrador. La repetición de la frase 'Color de mi destino, de mi negro destino' refuerza la idea de que su vida está marcada por la melancolía y la desdicha, una metáfora potente que conecta el color de los ojos con el destino del protagonista.

El artista menciona a dos mujeres, una cusqueñita y una ayacuchana, que representan el amor de sus amores. Estas referencias geográficas no solo añaden un toque de autenticidad y regionalismo a la canción, sino que también subrayan la universalidad del amor y el dolor en diferentes partes del Perú. La promesa de que no habrá barrera en el mundo que los separe, ya sea a Laurita o a Yolita, sugiere un amor inquebrantable y eterno, a pesar de las dificultades y los obstáculos que puedan surgir.

El estribillo final revela una faceta más oscura del narrador, quien se siente despreciado y recurre al alcohol como una forma de escape. La repetición de 'diciendo borracho, tanto me desprecias' y la aclaración de que no es por ser borracho o perdido, sino por culpa del dolor causado por el amor no correspondido, añade una capa de vulnerabilidad y desesperación. Esta parte de la canción refleja la lucha interna del narrador, atrapado entre el amor y el sufrimiento, y cómo este dolor lo lleva a buscar consuelo en el alcohol, una realidad común en muchas historias de desamor.