No Me Canso

La Poética de la Cotidianidad en 'No Me Canso' de Carlos Chaouen

Carlos Chaouen, conocido por su estilo lírico y poético, nos presenta en 'No Me Canso' una canción que explora la cotidianidad y la profundidad de las emociones humanas. La letra nos sitúa en un escenario íntimo, donde el protagonista se encuentra desnudo al amanecer, en un último piso abuhardillado. Este espacio físico se convierte en un reflejo de su estado emocional, un lugar de introspección y vulnerabilidad. La falta de dinero para el tren que lo llevaría al barrio de su amada simboliza una barrera tangible que impide la unión deseada, mientras que la necesidad de aire en el pulmón del cielo de sus labios sugiere una dependencia emocional y una búsqueda de consuelo en la otra persona.

La canción está llena de metáforas y referencias culturales que enriquecen su significado. La mención de Cristo en la última cena, por ejemplo, evoca una sensación de sacrificio y redención, mientras que la idea de mandar una postal tatuada de ilusiones o alucinarse un carnaval lleno de pasodobles refleja un deseo de escapar de la realidad y sumergirse en un mundo de fantasía y celebración. La repetición de la frase 'No me canso' enfatiza la persistencia del protagonista en su búsqueda de amor y significado, a pesar de las adversidades y la incertidumbre.

El estribillo de la canción, 'No me canso de mirarte la cara. No me canso de vivir en escenarios', resalta la dualidad entre la vida personal y la vida pública del artista. La referencia a los escenarios sugiere una vida dedicada a la música y la performance, mientras que la insistencia en mirar la cara de su amada subraya la importancia de las conexiones humanas genuinas. La canción concluye con una reflexión sobre la naturaleza del amor, descrito como 'tres flores que se riegan a diario', una metáfora que sugiere que el amor requiere cuidado y atención constante para florecer.