No La Boca Sino El Beso

El Beso: La Paradoja del Deseo y la Transgresión en la Obra de Luis Eduardo Aute

La canción 'No La Boca Sino El Beso' de Luis Eduardo Aute es una profunda reflexión sobre el acto de besar, explorando sus múltiples dimensiones y significados. Aute, conocido por su poesía lírica y su capacidad para abordar temas filosóficos y existenciales, utiliza el beso como una metáfora para la transgresión, el deseo y la búsqueda del conocimiento. La letra sugiere que no es la boca en sí misma, sino el acto de besar, lo que constituye una transgresión, una traición a lo divino y una búsqueda de lo humano.

El beso se presenta como un acto que rompe con la perfección divina, un reflejo de la humanidad que se observa a sí misma y se nombra paradoja. Aute describe el beso como un 'rocio tierno, húmeda flor', una imagen que evoca tanto la belleza como la fragilidad del deseo. Este acto de besar es también una puerta hacia el conocimiento, una sed de ser que se convierte en el origen y fin de un círculo eterno. La canción sugiere que el beso es una fuerza que desafía las leyes establecidas, un deseo que se enfrenta a la moralidad y la divinidad.

A lo largo de la canción, Aute utiliza una serie de imágenes y metáforas para describir el beso: 'iris, planeta, pupila del éxtasis', 'anillo del agua, la cifra cero', 'pompa, torbellino, espectro del arco'. Estas imágenes sugieren que el beso es un fenómeno cósmico, una fuerza que une y divide, que crea y destruye. El beso es también una 'voluntad de luz, voluntad de sombra', una dualidad que refleja la complejidad del amor y el deseo humano. Al final, el beso se convierte en un acto inmortal que trasciende la muerte, un 'alma del amor' que se enfrenta al 'amor del cuerpo'.

La canción concluye con una invitación a besar y a dar nombre, a existir en las tres personas del verbo: 'yo, tú, él'. Esta conclusión sugiere que el beso es una forma de existencia, una manera de ser y de conocer, una transgresión que nos define como humanos. Aute, con su estilo característico, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza del deseo, la transgresión y el conocimiento, utilizando el beso como una metáfora poderosa y evocadora.