Guitarrero viejo

La Nostalgia y Tragedia del Guitarrero Viejo

La canción 'Guitarrero viejo' de Alfredo Zitarrosa es un vals que retrata la vida de un músico envejecido, marcado por la decadencia y la nostalgia. Zitarrosa, conocido por su profunda voz y su habilidad para capturar la esencia del folclore uruguayo, nos presenta a un personaje que ha sido testigo de tiempos mejores, pero que ahora se encuentra en un estado de abandono y tristeza. La letra describe a este guitarrero como 'astroso y borracho', sugiriendo una vida de excesos y desdicha, donde su instrumento, que alguna vez fue símbolo de su arte y virilidad, ha desaparecido o ha perdido su relevancia.

El guitarrero viejo es un símbolo de una época pasada, cuando las milongas y los tangos eran el alma de las reuniones sociales. Las referencias a 'milongas de antaño' y 'tangos tristes' evocan una era de música ingenua y versos triviales, pero también de profunda emoción y melancolía. La guitarra, con sus cuerdas estropeadas y cintas descoloridas, es una metáfora de la vida del guitarrero, desgastada por el tiempo y las circunstancias. La mención a la 'heroica Paysandú' y a un 'amor-dolor' añade una capa de historia y sufrimiento personal, conectando la vida del músico con eventos históricos y experiencias emocionales intensas.

La imagen del guitarrero en las sombras, con un vaso de vino en la mano, escupiendo la tierra como si fuera su destino, es poderosa y trágica. Esta escena refleja la desesperanza y la resignación del personaje, que parece estar atrapado en un ciclo de autodestrucción. La canción culmina con una visión desoladora del guitarrero y una 'mina veterana', ambos náufragos en la mañana, sin pan y sin dios. Esta última línea subraya la soledad y la falta de propósito en sus vidas, dejando al oyente con una sensación de tristeza y reflexión sobre el paso del tiempo y la pérdida de significado en la vida de aquellos que alguna vez fueron grandes.