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Dreist
Samy Deluxe
Dreist
Strophe 1:
Wir kannten noch nie Grenzen, denken wir stehn über allen,
so dreist, daß wir Banken, wenn wir auf Tour gehen, überfallen.
Wenn die Veranstalter weniger zahlen, dann gleichen wir's aus,
oder suchen die Reichen hier auf in nächster Zeit in ihrem Haus.
Gesichter vermummt, keiner ahnt's, nicht mal der Hund ...
dann doch die Bullen, ich schätzt, das Tageslicht war der Grund,
später fragt mich der Richter: Warum? Ich sage: Kein Plan.
Er meint, ich bräuchte das nicht bei meinen momentanen Einnahmen.
Digga, Scheiß doch drauf, was ich mit der Platte verdien,
manche Sachen kann man nicht kaufen, so wie Adrenalin.
Ich dreh nach Sperrstunde noch 'ne Ehrenrunde um Eure Bullenwache,
wo ich Tumult mache und über euch Nullen lache.
Sprecht mich bitte nicht an, ich rede nicht gern,
hab ständig so'n Gefühl, als ob alle gegen mich wär'n,
seh' alles wie'n Film und nehm das ganze Leben nicht ernst,
und kann so'n dämliches Gelaber über Regeln nicht hörn,
laß mich von Gesetzen und Verträgen nicht wesentlich stör'n
und check einfach aus, wohin meine Ausreden mich führ'n.
Der Typ, den du nachts auf der Autobahn beim Geisterfahr'n triffst,
weil er weiß, daß man besser vorankommt, je dreister man ist.
Hook
Strophe 2:
Ich geh' alleine demonstrieren und weiß nicht mal wofür,
bring dumme Aktionen, die den härtesten Richter schockieren,
steh mittags auf und check erstmal, ob'n Wochentag ist,
geh - wenn ja - raus und werd im Laden gleich beim Zocken erwischt,
nicht, daß ich's nicht kann, nur das ich die Gesetze nicht einseh,
einfach reingeh, zugreif und dann ab auf'n Heimweg.
Bis hin zum „Stehengeblieben!", ihr würdet die Szene lieben,
ich mitten zwischen diesen primitiven Detektiven
ohne Clou, und ich texte sie ohne Mikrofone zu.
So auf: Wieso sollte ich hier klauen, Geld hab ich sowieso genug,
hab vergessen zu bezahlen! Geht eigentlich glatt,
obwohl es beizeiten nicht klappt, denn manche zeigen sich hart.
Danach geht's ab ins Restaurant, wo ich 'n fettes Gericht bestell,
es aufess, aufstoß, aufsteh und die Zeche prell.
Die Umstände formten mich und dies ist 'ne schlechte Welt,
in der mir viel nicht gefällt, und ich bin auf mich gestellt.
Doch keiner, der's für sich behält. Ich lasse es raus,
und die Bullen passen jetzt auf, weil die Masse es kauft.
Doch ich häng sie ab bei 'ner Stadtfahrt auf'm Klapprad,
dann zurück in den Bush, wo ich einen rauch und kurz abwart,
doch krieg schnell vom warten genug, plan für'n Abend 'n Bruch,
und begeh vor Ladenschluß noch schnell 'n Kreditkartenbetrug
ausgiebig, nur kommt mir irgendwann dann in Sinn,
daß man dafür wohl besser die Karten von anderen nimmt.
Hook
Strophe 3
Ich fahr nach Kölle zur PopKomm, schubs Label-Chefs vom Tretroller,
steh am Eingang mit 'ner Shotgun und nehm Passanten Wegzoll ab,
fahr danach auf dem direktesten Weg zur Hanf-Parade,
und sag den Scheiß-Kiffern, daß ich jetzt was gegen Ganja habe.
„Sam, bist du krank?" Nein, Mann, ich kann Karate.
„Und wendest Du's an?" Nein, ich werf eher 'ne Handgranate.
Boom! Hippie bye-bye! Der Deluxe-Livestyle:
Genieß selbst meine Freizeit mit nem Spliff und 'nem Maitai,
widerspreche mir in zwei Zeilen öfter als Politiker
in ihrem ganzen Leben. Tja, ich bin halt Sam Semilia.
Schreib 'ne ganze LP mit antisexistischen Texten und dann 'n Hidden Track
in dem ich nur über Fotzen und Titten rap.
Atrevido
Estrofa 1:
Nunca conocimos límites, pensamos que estamos por encima de todos,
tan atrevidos que asaltamos bancos cuando salimos de gira.
Si los organizadores pagan menos, lo compensamos,
o buscamos a los ricos aquí en los próximos días en su casa.
Caras cubiertas, nadie lo sospecha, ni siquiera el perro...
pero luego llegan los polis, supongo que la luz del día fue la razón,
luego el juez me pregunta: ¿Por qué? Digo: No tengo idea.
Él dice que no lo necesito con mis ingresos actuales.
Amigo, a la mierda, lo que gano con el disco,
algunas cosas no se pueden comprar, como la adrenalina.
Después de la hora de cierre doy una vuelta de honor por tu comisaría,
donde armo un alboroto y me río de ustedes, unos ceros.
Por favor, no me hablen, no me gusta hablar,
siempre tengo la sensación de que todos están en mi contra,
veo todo como una película y no me tomo la vida en serio,
y no puedo soportar esa estúpida charla sobre reglas,
no dejo que las leyes y los contratos me molesten demasiado
y simplemente sigo adelante, a donde me lleven mis excusas.
El tipo que encuentras de noche en la autopista conduciendo en sentido contrario,
porque sabe que se avanza mejor cuanto más atrevido eres.
Estribillo
Estrofa 2:
Voy solo a manifestar y ni siquiera sé por qué,
hago acciones estúpidas que sorprenden al juez más duro,
me levanto al mediodía y primero verifico si es un día de la semana,
si es así, salgo y me atrapan en la tienda jugando,
no es que no pueda, solo que no entiendo las leyes,
simplemente entro, tomo y luego camino a casa.
Hasta el '¡Detente!', les encantaría la escena,
yo en medio de estos detectives primitivos
sin pistas, y los engaño sin micrófonos.
Así que: ¿Por qué debería robar aquí, si de todos modos tengo suficiente dinero?,
¡olvidé pagar! En realidad, funciona bien,
aunque a veces no, porque algunos se muestran duros.
Después voy a un restaurante, pido un plato grande,
lo como, eructo, me levanto y me voy sin pagar la cuenta.
Las circunstancias me moldearon y este es un mundo malo,
en el que hay muchas cosas que no me gustan, y estoy solo.
Pero nadie lo guarda para sí mismo. Lo saco,
y los polis ahora están atentos, porque la multitud lo compra.
Pero los dejo atrás en un paseo por la ciudad en mi bicicleta plegable,
luego de vuelta al autobús, donde fumo y espero un rato,
pero me canso rápido de esperar, planeo un robo para la noche,
y cometo un fraude con tarjetas de crédito justo antes de que cierren la tienda
a fondo, pero en algún momento me doy cuenta de que
probablemente sería mejor tomar las tarjetas de otros para eso.
Estribillo
Estrofa 3
Voy a Colonia a la PopKomm, empujo a los jefes de discográficas de sus patinetes,
estoy en la entrada con una escopeta cobrando peaje a los transeúntes,
luego voy directo a la Marcha del Cannabis,
y les digo a los malditos fumetas que ahora estoy en contra de la marihuana.
"Sam, ¿estás loco?" No, hombre, sé karate.
"¿Y lo aplicas?" No, prefiero lanzar una granada.
¡Boom! ¡Hippie adiós! El estilo de vida de lujo:
disfruto mi tiempo libre con un porro y un Mai Tai,
me contradigo en dos líneas más que los políticos
en toda su vida. Bueno, soy Sam Semilia.
Escribo un álbum completo con letras antisexistas y luego una pista oculta
en la que solo rapeo sobre coños y tetas.
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