(Zamba)

De par en par muy abiertos,
cual las puertas del amor,
he visto en sueños dos ojos
que me causaron pavor.

Desde que soñé con ellos
les vi ternura y reproche,
son mis amigos de día,
y son mis huéspedes de noche.

Centinelas de mi alma,
nunca dejaron de verme,
se abren para interrogarme,
jamás para responderme.

Son de una mujer amable
y terrible cuando quiere,
que matan cuando acarician
y acarician cuando hieren.

Como un nene caprichoso,
me atraen y me rechazan,
y son faros que me guían
y carbones que me abrasan.

Ojos que son gloria y luto,
de mi eterna pesadumbre,
que con su fulgor me cieguen
y con su sombra me alumbren.

Composição: Alfredo Zitarrosa / Julio Herrera / Reissig