Casi sin querer nací
Casi sin querer crecí
Casi sin querer
te conocí.
Me gustó tu risa fresca,
niño grandulón
y tu manera de mirar.
Fue dificil respirar,
empecé a temblar
y casi sin querer
te besé.
Casi sin querer
me rio.
Casi sin querer
te extraño.
Casi sin querer
me enamoré.
De este oso cariñoso,
niño grandulón
que sin querer tambien
me amó.
Y me llena de caricias
sin la obligación
de prometerme
eterno amor.
Casi sin querer
se olvida.
Casi sin querer
se pierde.
Casi sin querer
se va el amor.
Por eso te estoy queriendo
casi sin querer.
Jurarte eterno amor, no sé.
Tal vez
algún día
nos sorprenda la vejez
muy juntos,
casi sin querer.

Composição: Marilina Ross